Hay varios tipos de emprendedores: están los que ven modelos de negocio exitosos y los replican adaptándolos al mercado local, y luego están los que innovan a nivel global, es decir, los que no copian modelos sino que tienen la visión de hacer algo distinto. Si bien en el portafolio hay un poco de todo, los que motivan son los que quieren cambiar el mundo.
(Lee: Rogelio de los Santos de Dalus Capital busca la próxima historia de éxito en LATAM)
Así empieza nuestra charla con Carolina Dams, fundadora de A2C Advisors que hoy día se ocupa de acompañar emprendedores con asesorías en Estrategia, Organización, Operaciones, Análisis de Mercado, Valuación de empresas y Operaciones.
Con un doctorado en temas relacionados con capitales de riesgo y aceleradoras en América Latina y junto a su socia Carolina Ruiz, Dams recibió el proyecto de Emiliano Kargieman, Satellogic, que proponía hacer una constelación de nanosatélites que le gustó mucho. Como la inversión que necesitaba la excedía, organizó un pool de inversores para poder participar.
El caso de Emiliano, que no es que replica sino que tiene un sueño y lo persigue. Y ese emprendedor es parecido en todos los lugares del mundo. Tienen una visión, se ponen una meta y van a empujar para lograr sus objetivos.
Ya enamorada de los emprendimientos, continuaron recibiendo proyectos y apoyándolos. Luego de seis o siete inversiones, decidieron esperar a tener un exit antes de seguir. De allí nació el fondo.
Lo que hace tan complejo el emprendimiento en Latinoamérica es la volatilidad de la región y al mismo tiempo las oportunidades que da el mercado. Exceptuando a Brasil (cuyo tamaño ya le da una ventaja) el resto tiene que pensar globalmente, sino no tiene escala.
(Lee: Lanza un negocio global desde Colombia con Socialatom Ventures y Ruta N)
Y eso es una gran ventaja, porque el emprendedor argentino, chileno, uruguayo, peruano o colombiano de entrada está pensando en una empresa global. En cambio un emprendedor brasileño o norteamericano no necesita pensar así, porque tiene un mercado de un tamaño tal que le permite ser una empresa de alto impacto enfocándose solamente en el mercado local.
Las empresas que tienen la pretensión de recibir fondos tienen que estar enfocadas hacia un mercado global, por lo que se piensa la empresa distinto. Y eso juega a favor.
A la hora arrancar un emprendimiento, es esencial definir qué problema vas a resolver o qué necesidad vas a generar y en esto, el tamaño del mercado es esencial.
El tamaño del mercado y equipo son los dos aspectos necesarios para pensar que hay una oportunidad por delante.
El momento para pedir dinero varía mucho dependiendo del tipo de propuesta. En general, cuanto menos incertidumbres haya y más concreto sea el proyecto, el emprendedor tiene más ventajas.
(Lee: Alimentando al gigante: Los desafíos de la startup argentina HoyPido en su expansión a México)
Es mejor plantearlo al revés: el momento más adecuado para aceptar una inversión es cuando encontraste un socio que es el indicado, sea un ángel o un VC que se complementen y aporten algo (una visión u otra cosa) más que la plata. El flujo de caja suele dar las indicaciones, pero igual hay que ser muy cuidadosos, porque esas relaciones serán largas y no es raro el emprendedor que se arrepiente de haber aceptado algunas inversiones.
No hay que tener miedo de fracasar, los errores son grandes oportunidades. Los emprendedores exitosos no ven los fracasos como errores sino como aprendizaje. Son necesarios para que un proyecto madure y cambie a lo largo del camino.
(Lee: Todo lo que debes saber antes de invertir en startups)
Otro indicador de la falta de madurez como ecosistema son las empresas que ya dieron todo lo que podían dar y resultaron en inversiones fallidas para los que aportaron capital porque fueron imposibles de pagar. Esos “emprendimientos zombie” que se mantienen vivos pero no fueron exitosos necesitan, de algún modo, restituir los recursos al sistema, para que se usen en nuevas inversiones, eso permitiría que los fondos que alguna vez se enamoraron de una idea puedan seguir participando en otros proyectos.
Comentar