Hacer una mala contratación puede salirle caro a tu empresa y no sólo en materia de dinero. Además de la inversión de tiempo perdida en el proceso de reclutamiento y entrenamiento, retractarse de una mala contratación puede tener efectos adversos en la moral y la productividad del resto del equipo e impactar tu organización de formas visibles y no tan visibles.
La pregunta de cuál es el candidato adecuado no es una que pueda contestarse a la ligera.
Si bien el perfil técnico es vital y es algo que debes medir en su momento, también es importante conocer las fortalezas, debilidades y potenciales puntos de conflicto de cada candidato, y a partir de ahí decidir qué es lo mejor para tu empresa.
Para hacer un análisis de calidad necesitas información de calidad y para conseguirla no es necesario que hagas un interrogatorio digno del FBI con polígrafo incluido, basta con hacer las preguntas adecuadas y sopesar las respuestas con detenimiento. El equipo de Query preparó esta lista de consejos para que las empresas encuentren al mejor talento en entrevistas de trabajo:
1. Haz preguntas que revelen la personalidad
La personalidad importa mucho. No sirve de mucho un programador estrella que haga sentido en papel pero que a la hora de la verdad resulte tener una personalidad difícil o que tenga problemas con otros miembros del equipo, que te podrían llegar a resentir por imponerles un elemento conflictivo entre sus filas. Por otro lado, aún si le hace falta algo de habilidad, la actitud correcta puede hacer toda la diferencia si se trata de una persona apasionada con una mente ingeniosa.
“¿Qué es lo que más te apasiona en la vida?”, “¿Qué te motiva a levantarte por las mañanas?” o “¿Para qué trabajas?” son preguntas con un pie en el terreno metafísico pero que sin duda revelarán algo de la personalidad de tu candidato.
2. Sé sutil al preguntar
No se ve bien que le preguntes a alguien si planea portarse como un bebé en la oficina, pero puedes darte cuenta si es propenso a hacerlo con las preguntas indicadas. Pregúntale, por ejemplo, por los motivos que tuvo para dejar trabajos anteriores, pues lo que diga (o lo que no diga) puede revelarte más de su personalidad a que si preguntaras directamente.
Ojo también cuando lo veas hablando de otros, pues eso también revela mucho de la personalidad del candidato. Se dice que tendemos a proyectarnos en los demás, así que, si ves que el candidato tiende a culpar a otros o a hablar mal de los demás en exceso, es un foco rojo y un indicador de que tal vez deberías seguir buscando.
Un consejo que damos como expertos es que en lugar de pedirles que se describan a sí mismos, les preguntes en cambio qué piensan otros de ellos, como por ejemplo, “Según tus amigos, ¿cuál es tu mayor debilidad al tratar con otras personas?”
3. Investiga al candidato
Estudia con cuidado y con tiempo el currículo del aspirante por si encuentras huecos en la información o potenciales señales de alarma. ¿Dura muy poco en sus trabajos? ¿Tuvo un cambio súbito de carrera? Si hay polvo debajo de la alfombra, la entrevista lo sacará a relucir, pero para que lo haga debes estar debidamente preparado.
4. Deja que ellos pregunten
No sólo es importante que tú preguntes, abre el espacio para que los candidatos despejen sus dudas, eso te puede dar una pauta muy importante de lo que esperan de la posición, así como de sus preocupaciones. Si hace demasiadas preguntas sobre salarios y días libres, podrás darte cuenta que tal vez no es la persona correcta para la cultura de tu organización. O por el contrario, si sus preguntas se orientan a conocer la dinámica del trabajo y del equipo, podrás darte cuenta que es una persona proactiva incluso desde antes de ser contratada.
En general, se recomienda que vayas a una entrevista con la actitud de escuchar. El entrevistado debe hacer el 80% de la conversación y tú el 20% restante, lo que nos lleva al siguiente punto.
5. Haz preguntas abiertas
Deja que el candidato se explaye y dedícate a escuchar. Puedes reformular preguntas concisas para hacerlas abiertas. Por ejemplo, en lugar de preguntarle sobre su trabajo anterior, pídele que te cuente la historia de cómo llegó a tu trabajo anterior. Si te surgen preguntas subsecuentes, trata de hacerlas sin interrumpir el relato. Es difícil prepararse para este tipo de preguntas, por lo que es probable que el candidato se vea forzado a improvisar y así sacar a relucir de forma espontánea sus verdaderas impresiones, pasiones y actitudes frente a las cosas.
6. Pregunta sobre su portafolio
Un desarrollador que se respete tiene un portafolio o repositorios que incluyen lo mejor de su trabajo. Durante la entrevista pídele que te cuente de sus proyectos anteriores, cuál era la intención, a qué problemas se enfrentó, de qué está más orgulloso en su trabajo.
Si el enlace con el candidato se hizo a través de Query, entonces es probable que ya hayas visto algo de su trabajo en GitHub, la red social para programadores, y te hayan surgido dudas, este es el momento adecuado para preguntar al respecto. Y si no tiene ningún proyecto, aunque sea como hobby, entonces tal vez no sea la persona con la actitud adecuada… Sigue la regla de oro de cualquier entrevista: Nunca contrates a alguien que no haya logrado nada.
Comentar