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Smart cities: Apuntes, desafíos y oportunidades de Londres, Chile y Buenos Aires

El Encuentro de Ciudades Futuras abordó los desafíos pero también los casos de tres ciudades con iniciativas vinculadas a ciudades inteligentes.

“El siglo XXI es el siglo de las ciudades. En los próximos años la mayor parte de la población del mundo pasará a ser urbana. Las ciudades son motores de innovación y de competitividad para los países. Al mismo tiempo, hay significativos avances de tecnologías y cambios de preferencias de estilo de vida, que abren nuevas posibilidades”. La introducción está a cargo de Pablo Bereciartua, Director de la Escuela de Ingeniería y Gestión del ITBA y organizador del Encuentro de Ciudades Futuras, cuyo objetivo fue debatir, conocer y analizar alternativas posibles para pensar los centros urbanos del futuro.

Pablo Bereciartua
Pablo Bereciartua

Según Bereciartua, hay una serie de factores que de manera encadenada, están haciendo posible el diseño de ciudades inteligentes:

“Por un lado inteligencia de las cosas, por otro colaboración -que incluye uso compartido de recursos- y por otra parte el cambio bio, hay una revolución en términos de inversión en biología aplicada que está cambiando todo, por ejemplo, los combustibles para los autos, como el caso de autos que cuando cumplen su vida útil los puedess desarmar y reutilizar. Por otro lado, la capacidad de descentralizar las capacidades productivas. Empieza a existir -a través de impresoras 3D- la posibilidad de producir de manera más artesanal, más local, sin necesidad de importar quizás algunos productos, la era postindustrial, una coyuntura que hace que los precios caigan en muchos casos. Por último, está el cambio de valores y cómo vive la gente. En el marco de todo ese debate aparecen las ciudades inteligentes”, explica.

El directivo señala que en primer término hay que instalar el debate generado en torno a smart cities.

“Lo que hay en curso es un cambio tecnológico muy importante, estamos en un momento de convergencia tecnológica, varias tecnologías que juntas están siendo la plataforma para el cambio en términos de cómo funcionan las ciudades y las industrias. Cada vez más la gente va a vivir en las ciudades, más allá de eso, las ciudades son las plataformas de innovación en la globalización y en la economía de conocimiento la innovación es clave. Sin embargo, hay dos grandes paradigmas”, puntualiza.

Según Bereciartua, existe un sector que ve a la tecnología como central y otros que argumentan que lo que más importa son las personas.

“Por lo tanto, en este último caso, las ciudades tienen que tener como objetivo maximizar el bienestar de ellas para que puedan trabajar más, vivir mejor y que la tecnología sea fuente para ello. Esto genera debate porque hay empresas que están más focalizadas en comercializar soluciones tecnológicas entonces hay un marco grande de polémica. En este contexto, no hay una sola definición de cuán inteligente es o no una ciudad, incluso hay varios rankings”, resume.

Apuntes regionales e internacionales 

Londres, Chile y Buenos Aires -tres casos expuestos en el marco del encuentro- están llevando a cabo iniciativas diferentes en términos de smart cities.

Por Londres, el invitado a disertar fue Leo Hollis, escritor, historiador y urbanista, autor del best seller “Cities are good for you: The Genius of the Metropolis”

“Londres por ejemplo tiene casos de edificios inteligentes muy avanzados como el Cristal Palace, que es uno de los más avanzados del mundo. Fue construido por Siemens y tiene miles de sensores para distintas cosas que promueven la eficiencia de un solo recurso. También es una ciudad que cuenta con innovaciones en términos de cómo administrar los servicios públicos, el transporte y ha hecho varios esfuerzos con mucho éxito para sanear la cuenca del Támesis”, puntualiza. (Ver caso de Cristal Palace)

“En Chile hay un caso concreto que tiene lugar en un barrio periférico de la ciudad de Santiago que se llama Ciudad Empresarial donde la empresa Chilectra está llevando a cabo la iniciativa y lo está haciendo también en cuatro ciudades en el mundo –incluyendo Santiago- para comparar y aprender de todas”, cuenta Bereciartua.

El proyecto: SmartCity Santiago es un “laboratrio viviente” de tecnologías Smart Grids en Chile.

En este modelo de ciudad inteligente, cada detalle está pensado y diseñado para mejorarla calidad de vida de los cerca de 30.000 usuarios con los que ya cuenta este consolidado barrio de oficinas. La ciudad cuenta por ejemplo con medidores inteligentes para telegestión y telemedición, dispositivos para medir la eficiencia eléctrica, alumbrado público eficiente y automatización de red. (Ver caso Ciudad Empresarial)

En Buenos Aires también hay varias iniciativas en curso. Rudi Borrmann, Director General de Innovación y Gobierno Abierto en el Ministerio de Modernización de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue el encargado de contar las iniciativas en curso.

“El foco de la charla de Borrmann giró en torno a la liberación de datos en distintos rubros y en la idea de generar eventos y promover que se generen soluciones adentro del gobierno y otras ofreciendo los datos para que terceros propongan soluciones al uso de esos datos”, explica Bereciartua.

En Buenos Aires, además, hay varias iniciativas de edificios inteligentes, pero una se destaca.

“La más avanzada es la sede del Banco Ciudad en Parque Patricios, un edificio nuevo diseñado por el inglés Norman Forster y que tiene todos los elementos para llegar a una certificación LEED (certificación de uso inteligente de los recursos en los edificios). Entiendo que con las mismas características hay más de un edificio en la ciudad, por ejemplo, en la zona de Puerto Madero hay algunos que reciclan agua”, agrega. (Ver caso Banco Ciudad)

Bereciartua destaca asimismo otras iniciativas públicas con buen impacto:

“Es justo reconocer que el Gobierno de la Ciudad ha avanzado en este tema y hay más disponibilidad de datos que hace algunos años no tenía. Se han hecho mejoras en movilidad destacables, pero hay un desafío por delante para pensar toda el área metropolitana para que todo esto puedan funcionar como una plataforma de innovación y de calidad de vida en las décadas venideras. La cuestión de las jurisdicciones, hay muchas involucradas en determinadas zonas, exige un trabajo conjunto”, agrega. 

¿Nicho para negocios y startups? 

En términos de negocios, las ciudades inteligentes tienen mucho margen para ofrecer a quien quiera atacar el nicho.

“En Buenos Aires hay mucho talento, interés e ideas. Pero sin duda, la construcción de ciudades inteligentes depende de una visión más sistémica, planificación a mediano y largo plazo, uso del suelo, condiciones que hagan que se puedan desarrollar empresas que se monten sobre esas tecnologías nuevas y esos procesos necesitan ser sostenidos en el tiempo e inversión de riesgo también. Existe mucho talento y mucho interés y ejemplos de asociaciones y organizaciones y referentes que están participando de estos debates incluso a nivel global. Ahora en términos de lo que se está haciendo, hay una enorme oportunidad que no está siendo atendida, concluye.