Hace apenas un par de décadas la única manera de crear valor económico era poner una fábrica para producir algo. La tecnología e Internet cambiaron todo eso; con sólo una idea se podía montar una puntocom que valiera millones de dólares. Sin embargo, la burbuja puntocom estalló y con ella los sueños de muchos tecno-emprendedores.
Más de una década después, el libro Diginomics intenta rescatar algunos valores y enseñanzas que están más vivas que nunca en el mundo de la economía digital. Patricio O´Gorman, co-autor de la publicación, Director en Accenture, profesional especializado en negocios digitales y profesor en la Universitat Pompeu Fabra y la Universidad de Palermo Graduate School of Business conversó con PulsoSocial del valor de las ideas en la economía digital.
Clarisa Herrera En el libro mencionan que los negocios digitales tienen rendimientos a escala ¿qué significa?
Patricio O´Gorman En un entorno industrial, hay un punto óptimo de producción que logra optimizar los costes medios totales, más allá del cual los rendimientos son decrecientes. En la economía digital, la inversión inicial debe recuperarse con un nivel máximo de unidades vendidas, cuyo costo marginal tiende a cero y que genera rendimientos crecientes con la escala (p.e., copias adicionales de Windows 8).
CH ¿Y que implica que no haya una relación directa entre inversión y rendimientos económicos?
PO Los modelos tradicionales de recupero de inversión industrial responden a las escalas de planta existentes y modelos de demanda proyectados. En el mundo de las ideas, un buen producto digital (música, video-juego, etc) puede alcanzar una escala global en cuestión de días (p.e., Gangnam Style).
CH Otra de las ideas principales del libro es que las industrias digitales se organizan alrededor de estándares que producen tendencias monopólicas…
PO En la competencia tradicional se logra mayor market share en base a mayores ventas en un entorno de competencia abierta. El mundo digital, por su tendencia de winner-take-all, suele favorecer a una o dos empresas cuyas empresas posicionan bien sus productos, y el resto queda relegado (p.e., Android y iOS en telefonía celular). Una vez instalado el estándar, las empresas del sector se organizan rápidamente en torno al mismo como una red de valor. Los estándares proveen una configuración para los usuarios, una manera de relacionarse con los productos de la empresa. Establecer un estándar físico (p.e., automóvil a nafta) puede tardar años, mientras que en lo digital (p.e., Facebook en redes sociales) se puede hacer en meses. Al lograr establecerse, provee muchas oportunidades de negocio para empresas que participan del ecosistema.
CH ¿Y qué quieren decir cuando expresan que “los rendimientos de las empresas dependen de su lugar en la explotación del estándar”?
PO Los rendimientos posibles difieren para los formadores de red (p.e., Facebook) y quienes participan de ella con bienes complementarios (p.e., la empresa de juegos Zynga). Formar un ecosistema, plataforma ó red tiene sus beneficios. Participar de redes ajenas es una buena estrategia pero limita los rendimientos posibles. Así es como la economía digital ofrece oportunidades únicas a quienes pueden competir a baja escala y con recursos limitados; ya no triunfa el más grande sino de ser el más ágil y adaptativo – que puede o no coincidir con ser el más grande.
CH ¿Hay lugar para más “Facebooks, Microsofts, Apples”?
PO Las empresas que se adapten y adopten este tipo de comportamiento podrán aprovechar las ventajas que le provee el mundo digital – almacenamiento, comunicación y procesamiento cada vez más baratos y accesibles – para poder competir, desde el garaje, a escala global. Y el mundo verá, de a poco, nuevos Bill Gates y Steve Jobs y Mark Zuckerbergs nacer y crecer a partir de una buena idea. Eso es Diginomics, la verdadera era de la economía digital.
CH ¿Luego de la euforia post.com, qué sigue?
PO La economía digital cobró más fuerza en torno a ejemplos de empresas exitosas en diversas industrias (Amazon, Google, Facebook, eBay, LinkedIN, etc.) y hoy existe un panorama muy alentador para crear nuevos emprendimientos en ciertas áreas. Las áreas de negocios digitales – medios y entretenimiento, en particular – se ven muy beneficiadas por las tendencias de la economía digital, permitiendo a emprendedores de países emergentes o en desarrollo jugar en las grandes ligas, creando productos con audiencia global. Si bien es difícil desde la periferia donde estamos crear nuevos ecosistemas (como iOS, Facebook, Android, etc.) es relativamente fácil participar de ellos con productos o aplicaciones multi-plataforma. Uno de los mejores ejemplos es la empresa finlandesa Rovio, creadora de Angry Birds que se ha convertido en uno de los juegos más comprados de la historia en menos de 3 años.