El progreso económico de la región, generó la reducción progresiva de algunas de las barreras que aún frenaban la penetración del móvil, con consecuencias, entre otras industrias, para la financiera y bancaria.
En estas categorías, la tecnología móvil entró quizás bastante más tarde que mercados como el europeo y US. En marzo, un informe del fabricante de software Latinia, reveló que la adopción de la banca móvil había experimentado un crecimiento del 18,5% en 16 meses en Latinoamérica. La investigación puntualizó que:
-En 2011, un 77% de los bancos adoptaron el canal móvil.
-En septiembre del 2007 (primera edición del informe) sólo un 38% de los bancos había adoptado esos servicios.
-A comienzos del 2009, esa cifra había crecido a 55%.
-Para la tercera edición de octubre del 2010, el porcentaje era de 65%.
El hecho de que Latinoamérica haya llegado rezagado a la banca móvil, implica mucho techo de crecimiento para el negocio. Puntualmente porque la región, como un todo, tiene acceso a dispositivos móviles pero escasa bancarización.
La investigación de Tecnocom «Tendencias en medios de pago 2011» estima que para 2015, se enviarán 16.000 millones de dólares en remesas y se recibirán 5.500 millones de dólares mediante SMS y USSD (un sistema no estructurado de envío de datos) en todo el mundo. El análisis pone el foco en el alcance del pago móvil en la región:
México: los inmigrantes son quienes dieron vida al sistema de micro-remesas desde EE.UU.
Colombia: cuenta con un promedio de 98,2 líneas móviles cada cien habitantes y tiene una plataforma de banca móvil integrada por ocho bancos, dos redes de bajo valor y tres operadores móviles. Entre 2008 y 2010 las operaciones monetarias y no monetarias de telefonía móvil se multiplicaron 3,6 veces llegando a 14.775.000.
Brasil: El programa social más importante de Brasil, Bolsa de Familia, evalúa la opción de pagos a través de móvil para entregar subsidios.

Puntualmente para Argentina, aspectos como la inseguridad, las largas y tediosas filas en los bancos, junto a la masificación de los smartphones y tablets, impulsaron en los últimos años que cada vez más usuarios recurran al servicio de banca móvil: “Se triplicaron las consultas, pagos de servicios y movimientos bancarios a través de aplicaciones o accesos a la banca en línea entre 2010 y 2012”, Marcela Carbajo, CEO de MovilGate Argentina.
La supremacía del SMS
Según estimaciones de MovilGate uno de cada diez clientes está suscripto a algún tipo de servicio de banca móvil y de ese porcentaje, un 87% opera a través de mensajería de texto.
“Con la masificación de smartphones y otros dispositivos de alta gama y la voluntad de los bancos de poner foco e inversiones en el canal, se está evidenciando un buen crecimiento de los accesos a través de web móvil y las aplicaciones”, asegura Carbajo.
El pago de impuestos o servicios se ubica en el primer puesto de las operaciones más corrientes y le siguen las consultas relacionadas con la solicitud de información, fundamentalmente el pedido de saldo y, en tercer lugar, las transferencias entre cuentas.
“Si el banco desea avisar a su cliente que ha girado en descubierto, o que debe abonar su tarjeta al día siguiente, el SMS será le medio más apropiado para hacerlo. Pero si el cliente necesita realizar operaciones similares a las que podría hacer desde un cajero automático, incluyendo por ejemplo la trasferencia de dinero entre cuentas, una aplicación sería obviamente más adecuada” agrega.
A pesar del crecimiento, hasta el momento, los clientes bancarios siguen siendo cautos a la hora de utilizar aplicaciones complejas o realizar operaciones más allá de las “informativas” (consulta de saldo, fechas de vencimiento, etc). “Generar confianza suficiente en la seguridad del canal va a ser de vital importancia a la hora de fomentar una banca móvil más sofisticada y completa” indica.
Las barreras
¿Cuáles son los motivos que aún impiden que las personas utilicen la banca móvil? Quizás una de las principales barreras es el temor a que el canal pueda no ser lo suficientemente seguro. “En relación a las aplicaciones de descarga y los sitios web móviles, estos cuentan con el mismo nivel de seguridad que la banca online a través de Internet, aunque muchos piensen lo contrario. Una vez que el usuario se encuentra registrado, realiza consultas a través de mensajes sin enviar ningún dato privado o crítico” puntualiza la CEO.
Otro factor es la poca difusión que algunos bancos hacen de sus servicios móviles. Hay bancos dedicados exclusivamente a promocionar sus alertas por SMS de beneficios, y sus usuarios desconocen que por el mismo canal pueden también pagar impuestos o servicios.
Aunque el SMS sea el rey de la banca móvil por ser barato, fácil y compatible con cualquier terminal tiene algunas desventajas. No permite encriptar los mensajes, limitando su seguridad, y tampoco existe ningún comprobante de entrega en el protocolo SMS, siendo necesario mandar un segundo mensaje, lo que aumenta los costes de la operación.
De cara a futuro e ingresando hacia el terreno de las aplicaciones, ¿hacia qué tipos de aplicaciones deberían enfocarse emprendedores que quisieran explotar el nicho móvil? “Probablemente hacia aplicaciones que incluyan geolocalización e interacción con redes sociales apuntadas fundamentalmente a los programas de promociones o beneficios de los bancos” comenta.
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