Esta semana, la ciudad de New York anunció formalmente el ganador de la nueva incubadora de Ciencia y Tecnología que la administración de la ciudad planea construir en la isla de Roosvelt. El proyecto ganador fue el que presentaron en forma conjunta la Cornell University y el Technion (Israel Institute of Technology)
Sin duda y como señalan las coberturas de prensa, colaboró con el proceso el hecho de que la universidad haya conseguido atraer una donación extraordinaria de 350 millones de dólares proveniente de The Altantic Philanthropies, fundación presidida por un ex graduado.
Sus instalaciones apuntan a hospedar a 2.500 estudiantes, 300 profesores y estarían listas recién para 2017. El objetivo es que las instalaciones sirvan para gestar e impulsar startups tecnológicas a nivel global.
Con la decisión, queda de manifiesto que la ciudad está decidida a dar batalla a Silicon Valley desde la costa oeste. Respecto de áreas como San Francisco y Boston, New York no había invertido hasta el momento ni tiempo, ni gestión ni recursos para incentivar instituciones que puedan dar vida a la cultura del startup.
Entre otros puntos, el proyecto incluye retener con ventajas fiscales a empresas neoyorquinas exitosas, por caso, Foursquare.
“Estamos convencidos en el proyecto podrá ayudar a que los emprendedores de todo el mundo vengan a la Gran Manzana y nos ayuden a convertirnos en la primera ciudad del mundo en términos de innovación tecnológica” señaló el alcalde Michael Bloomberg al presentar el ganador del proyecto.
Hasta ahora, una muestra visible del interés de la ciudad en la cultura emprendedora tecnológica ha sido el concurso anual de aplicaciones móviles NYC BisApps 3.0 que se nutre de información pública para ofrecer mejores servicios a los habitantes de la ciudad.
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