Cada vez que un medio de comunicación intenta instaurar un manual de uso de redes sociales a sus periodistas y colaboradores: raudos y veloces publicamos nuestros comentarios ( entre más ácidos, mejor) acerca de este intento por normalizar la interacción de » la empresa» y sus trabajadores en la Web Social.
Ahora bien, si dejamos un poco de lado esa seductora y desenfadada primera lectura; puede que sea más beneficioso para todos que los periodistas que trabajan en medios de difusión nos digan desde dónde hablan cuando nos hablan, desde dónde tuittean cuando tuitean y así a la proclamada independencia además le sumamos la necesaria transparencia.
No son pocos los periodistas y talentos ( especialmente de televisión) que usan en Twitter o Facebook el nombre de la empresa en la que trabajan para construir su «marca personal». De esta forma cada vez que publican un tuit, generan una «mención de marca» en la Web. En algunos casos, la incursión de estos «talentos» ha sido de la mano de la empresa en la que trabajan, es así que vemos muchos avatares dando vueltas sindicando CNN, ESPN, NBC en el nombre de usuario, citándolo al paso.
En este punto creo que es poco lo que el periodista o talento puede acotar sobre las condiciones que el medio le requiera cumplir (evidentemente que no vayan contra su libertad de conciencia y leyes). El o ella ha permitido ubicar su identidad en línea bajo la marca de la empresa, y está asumiendo esa unión de forma pública. Apelar a » este tuit era personal, este otro era como periodista de la cadena, este otro es de una marca que me gusta» alimenta una postura tipo comodín o joker que deja un espacio muy amplio para malos entendidos.
Algunos pensarán lo que sostengo es «draconiano», a ellos los invito a analizar que así como usamos la Web Social como una poderosa herramienta de movilización ciudadana, también estamos en tiempos de «gente influyente» ( influencers) en Social Media, un nuevo mercado «blogueros y tuiteros influyentes» donde las recomendaciones espontáneas, mensajes casuales, links compartidos se mezclan con tweets pagos por marcas que los han contratado.
Que una modelo publique su marca favorita de champú no me causa el más mínimo problema; pero leer el mismo mensaje en la cronología de un periodista, sí .
Es por ello que los medios deben proponer el uso de manuales de buenas prácticas periodísticas en Social Media a sus colaboradores desde el lugar que la sociedad espera que ellos asuman, pero sobre todo en cuanto a la forma en la cual los medios y periodistas tratan la información en la Web.
¿ Qué esperamos de los medios y periodistas en la Web
a) Transparencia.- Entendida como la sindicación de fuentes, obtención lícita de la información que publica, constatación de información a publicar. Escucha a los usuarios, acceso a la información y exposición de metodología planteada para la publicación. Esto incluye acceso al archivo del diario/ medio.
b) Rectificación de informaciones erradas.- Informar a los seguidores del error, retuitearlo lo suficiente y dar de baja la información errada. Defender al lector. ¿ Qué pasó con la figura del Ombudsman en línea?
c) Seguridad.- Los periodistas corren riesgos a la hora de realizar su trabajo. El periodista tiene derecho a protegerse y a que su información sea protegida por la empresa periodística. #losqueremosvivos.
Acá puedes consultar algunas de las guías sobre políticas para social media de alguno de los medios más importantes del mundo.
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