Días atrás, La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se proclama como la “mayor organización regional para la seguridad del mundo”, y que está conformada por 56 países ( de Europa, Asia Central y América del Norte), publicó un informe sobre el estado de la Libertad de Expresión en la Web.
El reporte intenta determinar los puntos en común entre los marcos legales y prácticas relacionadas con la libertad de expresión, flujo de información y pluralismo en Internet dentro de los países miembro de la organización.
El documento se desprende de un cuestionario de 20 preguntas realizadas a los representantes de estados miembros y en el mismo llama la atención que en todas las preguntas se mantenga un promedio de 10 países ( 17%) que no responden las preguntas.
La OSCE en su parte declarativa, asegura su total oposición a la censura en Internet y condena al bloqueo/desconexión como sanción; no obstante cuando se trata de garantizar el derecho al acceso las respuestas son irregulares.
Frente a la pregunta de si en sus países existe alguna norma legal específica sobre el derecho de acceso a Internet por parte de sus ciudadanos, solo 17 países ( 30,3%) confirmaron tener una norma, mientras 29 ( 51,8%) afirmó que no, mientras que diez no respondieron a la pregunta.
Consultados específicamente sobre las provisiones legales de garantizar y regular la “neutralidad de la red”, solamente Finlandia respondió que sí ( 1,8%) , mientras 45 ( 80,4 %) dijeron que no y no se obtuvo información de 10 (17%) de los encuestados.
De hecho, este mes se cumple un año de que en Finlandia se estableció que todo ciudadano tiene el derecho legal de acceder a un Megabyte por segundo de banda ancha. Dicho mal y rápido, Finlandia parece la única coherente entre lo que dice y hace.
Sobre las regulaciones de contenido que resulte ofensivo o hiriente, los límites son tan variados como los usos y hábitos de cada sociedad, sin que ofensivo e hiriente sean sinónimo de ilegalidad.
Para ello se acude al siguiente ejemplo:
“No se debe amalgamar los problemas de la regulación de contenidos en Internet, no es lo mismo un niño que accede a contenido pornográfico para adultos que adultos accediendo a pornografía infantil”
Acerca de contenidos racistas y xenófobos 45 países (80,4%) aseguraron tener una norma legal, otra vez, 10 países ( 17%) no contestaron ( a esta altura del post estoy dudando si fue una protesta o simplemente no recibieron el cuestionario) y uno aseguró no contar con ninguna norma al respecto.
En América Latina
Si las cosas en Europa y asociados está en escala de grises, en América Latina el saldo está en rojo.
Según un estudio publicado por la CEPAL, el promedio de valor del servicio de banda ancha es de 72,8 dólares del megabyte por segundo, en comparación de los 5,9 dólares que les cuesta en promedio a los países miembro de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE. Es decir, 50 veces más caro.
Bolivia es el país más castigado por la desigualdad: allá cada Mbps por segundo cuesta 300 dólares. La más accesibles es Panamá con USD 17,7
Sin embargo, si se han registrado avances, sobre todo en velocidad de conexión. Según el Observatorio Regional de Banda Ancha, en el último año ha incrementado la velocidad de subida y bajada en un 53%. Lo que el estudio no toma en cuenta es la diferencia en la calidad en el uso de las herramientas que provoca la brecha digital ( sea por costo / mala calidad); provocando una desigualdad secundaria. El documento completo, está disponible en PDF
De forma complementaria les dejo el link al video Will Net Neutrality Save the Internet? Desde América Latina no podemos saberlo, aún somos pocos los que tenemos acceso.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=oTshrURtcjU&feature=player_embedded[/youtube]
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