Facebook cuenta con más de 250 millones de usuarios distribuidos en todo el mundo gracias a su arquitectura diseñada para enlazar a los usuarios que se conocen entre si, similar a lo que ocurre en la «vida real» pero con la ventaja de tener esos contactos en un mismo espacio virtual. Twitter no es muy diferente. Con más de 10 millones de usuarios el servicio de micro blogging enlaza a propios y extraños en una eterna actualización sobre los quehaceres que sus miembros realizan a lo largo del día, la noche y en cualquier parte del mundo. Ambos servicios se caracterizan por contar con el término de «red social» el cual significa, de forma llana, que el contenido es generado por los mismos usuarios y son ellos quienes determinan la importancia de lo que ahí se publica. Hasta aquí la explicación somera de los casos más exitosos en cuanto a redes sociales se refiere.
No soy un usuario muy asiduo de Facebook ya que parte de mi círculo social no está tan familiarizado con ese servicio, debido a eso mis opciones para enterarme sobre el estado de mis amigos y familia es mediante el arcaico método de la llamada telefónica o del bárbaro procedimiento de la visita domiciliaria. De hecho mi preferencia por Twitter es mayor ya que lo encuentro divertido, además de ser adictivo en el caso de las personas que vivimos pegadas al monitor.
Pensando más a fondo en el uso de estos servicios llego a un punto en que me pregunto sobre la utilidad de las redes sociales en el ámbito verdaderamente social. Es común que en Twitter algún usuario lanze una actualización solicitando algún tipo de ayuda con real urgencia: un donador de sangre para un pariente enfermo, un mecánico para su auto sufrió una avería a altas horas de la noche o hasta denuncias sobre hechos alarmantes que están sucediendo en el preciso instante en que los otros lo leemos.
Fuera de ello la utilidad práctica de Twitter o Facebook se reduce a una simple frugalidad que si bien es entretenida tampoco ofrece un impacto en la realidad práctica o un beneficio tangible para los usuarios que gastamos horas enteras en dichas redes sociales. Sin que esto sea una crítica ante el innegable logro de ambos portales, bien podemos reflexionar sobre la utilidad y sobre los parámetros que representan los casos de éxito en las nuevas compañías de Internet pues al parecer la acumulación indiscriminada de usuarios es ya el único fin que persigue el nuevo emprendedor de la siguiente StartUp y no utilidad práctica, traducida en beneficios, que tenga su software ante el gran público. Incluso hay quienes van más allá en los juicios al declarar que tales servicios son «inútiles».
¿Estamos transformando a Internet en la nueva Televisón?
Internet es el medio por excelencia debido a su versatilidad en la transmisión de medios, y eso es su principal debilidad al requerir de equipo que sigue siendo sofisticado y que no está al alcance de todos los sectores de la población. La calidad de los contenidos en Internet va de los sublime a lo vergonzoso y esta pluralidad donde estriba la atracción ante los consumidores. Tales condiciones se asemejan en gran medida al surgimiento de la televisión como un medio de comunicación unidireccional. Sin embargo reza el viejo dicho: «Al público lo que pida» y de esa forma estamos recibiendo lo que las mayorías en Internet piden: más redes sociales, más interacción para encontrar usuarios para luego platicarles cual fue el platillo del día. Pero no todo es tan trivial. Afortunadamente es posible encontrar contenidos especializados que compiten directamente con los medios tradicionales en cuanto a calidad y cantidad, esta convergencia y competición de los medios apuntan a un nuevo paradigma en el que el usuario de Internet es además quién otorga la calidad y liderazgo a aquellas materias virtuales que tienen aplicaciones prácticas a la vida cotidiana.
Entonces podemos responder que sí, que Internet es la nueva televisión pero donde el público tiene el mando y la fuerza suficiente para imponer sus preferencias mediante el simple uso. Al final, y como en la vieja tele, basta buscar, con un simple término, aquello que necesitemos en ese instante para obtener nuestro canal favorito… aunque sea sólo por unos minutos.
Yo creo que internet NO es la nueva televisión, creo que internet es un nuevo dispositivo que permite compartir y/o difundir productos audiovisuales lo cual ni es lo mismo ni es igual.
La aparición de nuevos productos audiovisuales creados de manera exclusiva para la red permiten entender que el ecosistema audiovisual está cambiando, está mutando hacia unas nuevas lógicas tanto de realización como de producción pero sobre todo de consumo.
Las nuevas maneras de hacer y sobre todo de ver los productos audiovisuales le exigen a los realizadores definir o ampliar el mercado que manejan. No es lo mismo verse lost sentado durante una hora en el sofá que ver un capítulo de tu videoblog preferido sentado en la silla de tu pc durante 5 minutos, cambian las maneras, cambia el modo como se recibe la información.
No internet NO es la nueva tele…
En mi opinion el internet si es la nueva tv, dado que con sitios como youtube puedes ver lo que quieras, sin importar si es alguna serie ya vieja o videos de tus artistas favoritos porque te dio flojera, asi como el episodio que te perdiste de la miniserie.
La television ya no es el medio mas al dia en cuanto a informacion en tiempo real, dado que ha sido en twitter donde al menos yo me he enterado de temblores en mi pais, sobre si MJackson habia muerto, etc. cuando en la TV con mas de 100 canales tardas un rato en encontrar la informacion.
La TV sigue siendo la TV, pero aun asi, el concepto on demand, es el que atrae al publico.
Yo me divierto mucho en internet y consigo desde oir musica trabajar leer, asi que en mi humilde opinion internet es la convergencia de los medios tradicionales (Periodico, TV, Radio, Cine) e incluso del de comunciacion como el telefono y la comunicacion cara a cara.